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Seúl es un gigantesco centro comercial. Sin exageraciones. Aquí se vende y se compra absolutamente de todo. Bueno, casi de todo. Vamos a dejar de lado objetos, digamos sensibles y cuya compra-venta estaría cuestionada legalmente por el gobierno de cualquier país. Pero para el resto, no hay límites.
Desde los tradicionales mercados que brotan por numerosos puntos de la ciudad y se extienden como una mancha de aceite en el entramado, por lo general, laberíntico y estrecho de calles, hasta las firmas internacionales que todos tenemos en mente que se asientan y abren sucursales en las principales y privilegiadas avenidas y calles de Seúl. Sin ir más lejos la española Zara tiene en la capital surcoreana más tiendas que en muchas ciudades de España.
Complejo comercial de Lotte Town en Seúl
Comprar en Seúl puede llegar a convertirse en un vicio compulsivo, incluso agotador. Tal es el bombardeo visual al que nos somete la mega urbe asiática que es muy difícil sustraerse a la acción de comprar, por escépticos que lleguemos a la capital de Corea del Sur con el tema “shopping”. Tanto para desafectos como para compradores sin remedio va destinada esta entrada. Porque no lo dudemos ni por un momento. Al final nos dejaremos aquí parte de nuestros euros, dólares, rublos o sea cual sea la moneda que traigamos y convirtamos al “won” coreano.
Dos preguntas para entrar en materia:
¿Qué es lo que viene buscando la gente cuando aterriza en Seúl?
Veamos. Antigüedades, como cofres de madera y porcelanas, abanicos, muñecas tradicionales, joyería, cosmética –hay una auténtica fiebre local en este apartado-, ropa, muchísima ropa, el ancestral y milagroso elixir “ginseng” que todos conocemos, electrónica y fotografía, té tradicional, setas “songi” secas, el también tradicional “kimchi” coreano empaquetado…
Venta de gingsen, setas secas, kimchi coreano… y más
¿Dónde comprar en Seúl?
Como es imposible abarcar toda la urbe asiática, aquí va un resumen de algunas zonas imprescindibles para gastarnos la plata.
Tomando como punto de partida el hecho de que el río Hansang atraviesa la ciudad de este a oeste y la divide en dos partes, nos centramos primero en el área al norte del río. Aquí está el Seúl histórico, con sus palacios, museos, la zona universitaria… y por supuesto sus restaurantes, cines, librerías, gigantescos malls, galerías de arte, tiendas de antigüedades y los mercados tradicionales, auténticas colmenas de pequeñas tiendas cuya oferta es de lo más variopinta.
Estamos al norte del río, en el centro de Seúl y empezamos por el distrito de Jongno-gu y su calle más célebre: Insadong-gil, en el barrio de Insa-dong. Recorrida de arriba abajo por cientos y cientos de turistas y viajeros cada día en busca de recuerdos, casas de té, restaurantes coreanos y sus célebres galerías de arte. Es obligado venir a Insadong-gil, si es posible, en domingo para capturar ese ambiente único que se crea en torno a esta calle. Además el hecho de peatonalizarla favorece el paseo y la contemplación de escaparates.
Descendemos hacia el sur, pero siempre sin abandonar el centro. Llegamos a Myeong-dong, por mucho tiempo el distrito comercial más pujante de toda la ciudad, y por extensión de todo el país. Su calle principal es Myeongdong-gil, si bien las demás calles que se cruzan en perpendicular con ella también respiran aire comercial en abundancia. Aquí es donde la potente industria de la moda coreana encuentra su mayor penetración y aceptación entre la población, en especial la gente más joven, pero también clientes de otros países de Asia y europeos que acuden en busca de boutiques de lujo, cosmética, zapatos de marca y por supuesto ropa, también de marca.
Nos desplazamos ahora desde Myeong-dong un poco hacia el suroeste hasta llegar a la famosa Puerta Sungnyemun, también conocida como Puerta Sur o Namdaemun, por estar localizada al sur, en el trazado de la antigua muralla que rodeaba y protegía a toda la ciudad durante la época Joseon. Al amparo de la puerta surgió un mercado tradicional que se ha convertido en un polo de atracción irresistible para turistas y también almas domiciliadas en esta ciudad. Ropa, utensilios diversos para cocina, ginseng, setas secas, souvenirs típicos del país… Todo a precios muy asequibles y calidad bastante aceptable. Un mercado en manos coreanas, con fábricas propias que abaratan el coste. Un mercado con más de nueve mil tiendas y miles y miles de visitantes cada día. Es el Mercado de Namdaemun.
Y de puerta a puerta. Ponemos rumbo hacia el este y alcanzamos la Puerta Dongdaemun, o Puerta del Este, también conocida como Heunginjimun, con su impresionante muro exterior u “ongseong”. Justo al lado tenemos otro mercado tradicional, con productos igualmente de muy diverso pelaje, en parecida sintonía con el que ya vimos en Namdaemun, con precios y calidades aceptables. Tanto en uno como en otro se respira ese aire de típico bazar árabe, pero adaptado a estas latitudes orientales.
Salimos de Dongdaemun y nos dirigimos más hacia el sur, al otro lado del monte Namsan y su famosa “Torre N” de telecomunicaciones, pero sin llegar a cruzar todavía el río Hangang. Llegamos al distrito de Yongsan-gu. Dentro de él, su barrio más occidental, el más internacional de Seúl por ser el más visitado por turistas y viajeros extranjeros: Itaewon, articulado en torno a la calle Itaewon-ro. Restaurantes de diferentes países, locales nocturnos, bares… propician un ambiente en el que los expatriados se encuentran muy a gusto.
En el barrio hay tres calles en las que hay que dejarse caer necesariamente. A saber: “Itaewon Antique Furniture”, ideal para compra de muebles antiguos y vintage; “Itaewon Rodeo Fashion”, si se viene en busca de prendas y artículos de moda; y por último la “Itaewon World Food”, para atreverse con la cocina internacional.
Ahora sí. Ha llegado el momento de cruzar el Hangang y plantarnos al otro lado de este inmenso río. Hemos dejado el Seúl histórico y cultural del norte y llegamos al Seúl más financiero del sur, con sus altos edificios entre los que destaca el techo de la ciudad: la Torre Three IFC y sus 279 metros de altura. Pero también el Seúl político, con la sede de la Asamblea Nacional de la República de Corea, el nombre oficial de Corea del Sur. Ambos en el distrito Yeongdeungpo-gu.
Para el capítulo comercial en este lado de la ciudad, nuestro distrito es Gangnam-gu (Gangnam significa literalmente “sur del río”). Y aquí, en el sur, hay que pasearse por un par de calles que van a satisfacer, y mucho, el hambre de comprar. De un lado “Garosu-gil”, en el barrio de Sinsa-dong. Estamos en una calle cuanto menos curiosa, con ambiente trendy y un toque de excentricismo. Cafés de diseño, elegantes boutiques, cosmética, tiendas de ropa juvenil… caldo de cultivo perfecto para gente rabiosamente joven, sin complejos y con ganas de gastar.
Saltamos de Sinsa-dong y nos movemos por último hasta Cheongdam-dong para recorrer la exclusiva Apgujeong-ro y su prolongación, Cheongdam Luxury Fashion. Gucci, Giorgio Armani, Dolce & Gabbana, Prada, Salvatore Ferragamo… No hay que ser muy inteligentes para intuir lo que aquí se “mercadea”. Una calle para gente exigente, de alto poder adquisitivo y poco o nada amiga de mercados tradicionales. Como mucho contemplarlos desde lejos o en foto.
Ya decía más arriba que en esta ciudad es muy difícil sustraerse al vicio-necesidad de comprar. Yo mismo vine a Seúl sin mucha intención de “tirar de billetera”, jurándome a mí mismo que no caería en la tentación. Fue un espejismo. Ayer por la tarde caí. Fue en Insadong-gil. Era domingo. Soy humano y mortal. ¡Qué le vamos a hacer! 🙂
Área del centro de Seúl con el Monte Namsan y la “Torre N” al fondo
ACCESOS A ESTAS CALLES Y ZONAS COMERCIALES:
Insadong-gil: Línea 1 del metro, estación Jonggak/Línea 3, estación Anguk
Myeongdong-gil: Línea 4 del metro, estación Myeong-dong
Mercado Namdaemun: Linea 4 del metro, estación Hoehyeon
Mercado Dongdaemun: Líneas 1 y 4 del metro, estación Dongdaemun
Área de Itaewon-ro: Línea 6 del metro, estación Itaewon
Garosu-gil: Línea 3 de metro, estación Sinsa
Área de Cheongdam-dong: Línea Bundang de metro, estación Apgujeong Rodeo
Diosssss….lo ke me he perdido, sin duda tengo ke ir ahí, todos esos llamativos lugares me están esperando y tienen mi nombre en letras de neón bien brillantes…me propongo ahorrar…no he de dejar pasar ese paraíso!!
Ya estás perdiendo tiempo Belén!!! 🙂
¡Hola! Veo que es un destino muy interesante. ¿Qué tal la comunicación con la gente de allí? ¿Problemas con el idioma? ¿El inglés está muy extendido? ¿Son abiertos, amables…? En fin, haznos un retrato del surcoreano.
Como siempre, tus crónicas son maravillosos retratos de los lugares que visitas y haces que viajemos contigo.
Gracias. Y cuídate.
Hola Pepa!!! La comunicación con el surcoreano de a pie no suele resultar fácil. Y más si se trata de personas de cierta edad. Siguiendo la costumbre oriental son bastante ceremoniosos y mantienen una distancia prudencial en el trato personal. Incluso entre ellos mismos. Hay poco contacto físico aunque son cordiales y con ese toque de prudencia que tanto se destila en esta parte de Asia. La gente que se dedica al sector servicios y está en contacto con el extranjero sí habla inglés. También la gente joven parece interesarse por la lengua de Shakespeare ante la notable presencia militar estadounidense y su influencia en el pequeño país asiático. No sé si he respondido a tu pregunta. Gracias a ti por tu amabilidad con este bloguero y su modesta bitácora 🙂