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No hay duda. Hong Kong es brutal y apabullante a primera vista. Su impresionante skyline recuerda de inmediato a otras metrópolis del mundo, pero a medida que la vas descubriendo adquiere una personalidad única que ninguna otra puede expropiarle.

Su exótica ubicación, en un delta, al sudeste de China, con un clima subtropical que en esta época del año viene cargado de una combinación letal de calor y humedad, sobre todo para quienes somos de interior; asentada sobre 235 islas de diverso y variado tamaño y también con una parte clavada en suelo del continente, con más de cinco mil años de historia y tradición a cuestas que han visto intestinas luchas entre dinastías chinas y al mismo tiempo ha sido nido de piratas y contrabandistas que comerciaban con el opio… con todo este cuadro no se puede negar que estamos ante una ciudad con personalidad y carácter.

De primitivo asentamiento de pescadores a centro comercial y financiero de primer orden en esta parte del mundo. Hong Kong es la capital de Asia y su situación ha contribuido a reafirmar, todavía más, esa cualidad de urbe poderosa y ambiciosa al ser un cruce de caminos entre oriente y occidente. Y es que precisamente aquí se dan la mano ambas formas de ver el mundo.

Hong Kong es una megalópolis de fuertes contrastes. Derroche de luz en muchas calles que convive a pocos metros con la penumbra de angostos y malolientes callejones. Riqueza exquisita que se da la mano con la pobreza más absoluta de gentes humildes que se buscan la vida al amparo de los neones y el dinero de los más pudientes. En esta ciudad, donde el capitalismo se ejerce de forma salvaje y sin ambages, todo vale. Y nunca descansa.

Hong Kong ofrece al visitante futuristas y vanguardistas edificios que se mezclan con una maravillosa arquitectura colonial, herencia del periodo de ocupación británica que duró 150 años. Pero para hacerla aún más atractiva, todo este legado patrimonial se completa con otra herencia, en este caso la dejada por los chinos a lo largo de varios milenios , en forma, sobre todo, de templos y monasterios que se reparten por la ciudad. Modernidad, historia, cultura, tradición…comparten espacio sin ningún problema en esta impresionante urbe asiática.

Si se viene a Hong Kong hay que admirar su horizonte diurno y nocturno, porque ambos son espectaculares. Enormes edificios de acero y cristal que se yerguen sin contemplaciones hacia arriba desafiando todo lo que haya que desafiar. Llamativos ejemplos los tenemos tanto en la parte norte de la isla de Hong Kong, como en el continente, en torno al área de Tsim Sha Tsui, en la península de Kowloon. Por cierto. Buscad alojamiento en esta zona. Aquí es donde están los precios más asequibles y la zona bulle de comercio y buen ambiente nocturno.

En Kowloon os encontraréis con un recién llegado: el ”International Commerce Centre” y sus impresionantes 484 metros de altura. Es el más alto de la ciudad. En la planta 100 se localiza el “Sky100”, una plataforma de 360 grados para no dejar un solo rincón de la ciudad sin explorar desde arriba. También sirven los ventanales del Bar Ozone, situado un poco más arriba, en la planta 118.

En la isla tenemos más ejemplos de arquitectura de vértigo a donde se dirigirán inevitablemente las miradas y los objetivos de nuestras cámaras. El ”Central Plaza”, el “Two International Finance Centre”, la “Torre del Banco de China”… éste último tiene un pequeño mirador en la planta 43 y para acceder hasta él hay que presentar nuestro pasaporte. Su iluminación nocturna es rompedora.

Los británicos, por su parte, dejaron huella en la ciudad. Siglo y medio da para mucho y podemos deleitarnos con edificios de bella factura como la “Government House”, una magnífica mansión que combina elegancia neoclásica con un aire tropical y toques coloniales. Fue residencia oficial de los gobernadores en la época británica.

El “1881 Heritage”, un maravilloso edificio que fue el cuartel general de la Policía Marítima a partir del año 1881. El “Club de Corresponsales Extranjeros” –FCC por sus siglas en inglés- es otro de esos ejemplos que nos retrotraen a otra época. Este club vinculado a la prensa extranjera, y asentado en la ciudad desde el año 1949, es único y probablemente el más famoso de Asia en su género. La “Torre del Reloj”, por su parte, es lo que queda de la antigua estación de la línea Kowloon-Canton que empezó a operar en 1910. Hoy la estación ya no está, pero queda en pie la preciosa torre de granito y ladrillo rojo como testigo de un tiempo en el que millones de inmigrantes chinos arribaban a la ciudad, en busca de mejores condiciones de vida.

Y para tener una visión de conjunto hay que tomar el ferry en el embarcadero de Kowloon, cruzar el Victoria Harbour y desembarcar en la isla para luego tomar el mítico “Peak Tram”, el histórico funicular que funciona desde 1888 y es otro de esos testigos que van viendo pasar el tiempo… y a millones de pasajeros que son transportados hasta el Pico Victoria para tener desde allí las vistas más increíbles sobre los rascacielos y del resto de la ciudad.

Algunas recomendaciones

1) Hong Kong dispone de una buena red de transporte público que incluye autobuses de dos pisos, herencia británica, minibuses -llamados “Public Light Bus”-, metro, tranvías -sólo en la isla-, ferry, taxis… Ahora bien, el metro no llega a todas partes y para viajar entre estaciones relativamente cercanas, a veces hay que realizar mínimo un par de trasbordos, y además a través de interminables pasillos atestados de gente.

2) En Hong Kong se habla fundamentalmente chino cantonés y, en menor medida, mandarín. Pero tranquilos. Casi todo el mundo habla inglés. Herencia colonial.

3) En la zona baja de Kowloon, en Tsim Sha Tsui, os darán soberanamente la tabarra ofreciendo a todas horas masajes de pies. También os abordarán sin descanso en plena calle para ofreceros la posibilidad de haceros un traje a medida, o que compréis un Rolex de imitación a un precio imbatible. Mejor ignorar. Si hacéis un atisbo de mínimo interés, será muy difícil de quitaros al personal de encima.

4) El estómago conviene prepararlo antes de venir. La comida suele ser generosa, muy generosa en especias. Hay un sinfín de restaurantes, con todo tipo de especialidades, repartidos por toda la ciudad.

5) Podéis conectaros a Internet prácticamente en cualquier esquina. Hay una oferta muy amplia de redes abiertas, en consecuencia, poco seguras.

6) En Hong Kong se conduce por la izquierda, herencia británica, por lo que hay que extremar la precaución en cruces y semáforos ya que todo lo que rueda puede presentarse por el lado que no esperáis.

7) Si os da un apretón místico-filosófico-religioso, vuestro sitio es el “Templo Wong Tai Sin”. Allí, en un entorno de majestuosos edificios religiosos, armoniosos estanques, bellos jardines, pequeños templetes e incienso flotando en el aire, conviven armoniosamente budistas, taoístas y confucionistas.

8) No dejéis de asistir al espectáculo “Symphony of Lights”. Se realiza todos los días a las ocho de la tarde entre la isla de Hong Kong y el continente, en Victoria Harbour. Se trata de un colorido espectáculo audiovisual, a base de una sinfonía de luces y sonido que se complementan perfectamente. En esta performance los protagonistas son los rascacielos más representativos de la ciudad.

Galería de imágenes

DSCN5424Victoria Harbour

DSCN5394Distrito financiero

DSCN5297Desde el Pico Victoria

DSCN5180Skyline nocturno

DSCN5265Two International Finance Centre

DSCN5178Torre del Reloj. A la izquierda, el International Commerce Centre

DSCN5133Canton Road

DSCN5427Museo de Arte de H.K.

DSCN5199Government House

DSCN54191881 Heritage

DSCN5188Hotel Península. Un clásico

DSCN5280Club Internacional de Prensa

DSCN5163Sinfonía de las Luces

DSCN5480Templo Wong Tai Sin

DSCN5448Tienda de especias

DSCN5516Venta de ataúdes

DSCN5246Mercado en SoHo

DSCN5561Cenando en Nanking St.

DSCN5319Réplica del Peak Tram. Modelo año 1988

DSCN5531Centro Convenciones y Exhibiciones de Hong Kong. Detrás, la Torre Central Plaza

DSCN5539Modelo posando

DSCN5672Tranvías en Central

Hong Kong es vibrante, sofisticada, cosmopolita, carismática, deslumbrante, bulliciosa… Es Asia en estado puro…

Y en la próxima entrada hablaremos de las manifestaciones estudiantiles que aún traen en jaque a la ciudad…